Ninfa


Aquí estas, no pensé que fueses a llegar, debo decirte que eres una ninfa en tiempos modernos. Aun cuando los dioses se habían marchado hace tanto tiempo, vine a encontrarte  por casualidad - o tal vez destino -  en este Buenos Aires Mitológico.
Debo confesarte que me apena no haberlo descubierto antes . ¿Fue tu sonrisa quien te delató? ¿O tal vez tú saber? ¿Puede también se deba a que en tus ojos se divisa el Olimpo? Me atrevo a decir que en ellos, hoy día, es lo más cerca que puede estarse de la verdad.

Por favor te pido, brindame unos minutos de tu tiempo, ocurre que al verte vino a mi mente un delirio, una posibilidad, una idea, y me gustaría compartirla contigo, siendo que eres tú, tu  existencia, tu cercanía, la razón de la misma.
Solo va a tomar unos minutos.  ¿Sí? Gracias por prestarte a esta locura.

Antes que nada debo de aclararte que me tomaré ciertas libertades literarias y de interpretación.  Y debo pedirte algo más, que por favor sigas mis palabras con tu imaginación y no con tu razón, ésta vería con facilidad todas las fallas en mi lógica, o la falta de la misma.
Para ser claro quiero plantear un nexo entre 2 ideas o conceptos; pero voy a precisar la asistencia de algunos personajes que citare con el fin de acudir a tu memoria. 

Por un lado el Eros de Platón. Un Eros que cuenta su historia, que recalca su situación, que se encuentra entre lo mortal y lo inmortal,  que es un eterno deseo. 
Por el otro lado un mendigo que dice: “El sentimiento que es representado por Eros es azaroso, impredecible. Pero también es la razón por la cual la vida se justifica y se siente completa.”
Ahora el ingrediente final de esta idea, dos genios atemporales: Hölderling y Calasso, quienes se encuentran conversando sobre el caos, más precisamente citaban: “Sea lo que sea, lo divino es sin duda aquello que impone con la máxima intensidad la sensación de estar vivo. Esto es lo inmediato“.  Hacían hincapié en que hay que recordar que esta inmediatez es imposible a los dioses y a los mortales, cuanto menos en forma constante.

Tomando notas para no perder detalles de las palabras de estos personajes, y una vez que estos se toman tiempo para disfrutar del silencio, releo los apuntes tomados y tomo el  lugar de pregonero para hacer la siguiente recapitulación: “Se habló de cuestiones disimiles  en apariencia.  El amor hizo autobiografía y justificación. Un mortal hablo del sentimiento y su idea del mismo. Resumiendo por un lado se dijo que el amor es un eterno deseo, que es azaroso, impredecible y que hace que la vida se sienta completa. 
Por el otro lado se habló del caos, de la inmediatez, y que esta también impone con la máxima intensidad la sensación de estar vivo. Se me ocurre pensar que el amor al igual que la inmediatez producen la ‘máxima sensación de estar vivo’. Y basándome en todo lo dicho, y siguiendo mi instante de locura, me atrevo a decir entonces  que el caos es el amor.”

Los caballeros atemporales me miran y me preguntan por la ley.
“No piensen que me olvido de la ley. El caos se regula a través de la ley.  Ahora bien, esta ley que hace las veces de válvula, también es el medio por el cual se accede al caos.  Y retomando lo antes dicho de que el caos es el amor, es lógico pensar que ese caos regulado, ese amor regulado, es el querer.” 

Todos me miran con desaprobación, me dicen por lo bajo que solo dije incoherencias y nunca verdades justificadas y se retiran uno a uno ofendidos.

Eso es todo. El caos como amor, el amor como caos, te dije que era una locura. Esta es la idea que se cruzó por mi mente. No sé qué opinaras al respecto.  Dime por favor ¿ alcance con estas palabras un momento de gloria o finalmente tuve un desenlace funesto?. Pero sea cual sea mi destino, a sabiendas que lo aceptare con una sonrisa, fue solo una idea, una posibilidad que cruzo por mi mente y tenía la necesidad de compartirla contigo.  


 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Necesito un tamiz para mi mente

8 de Marzo