Esperanza - El Encuentro

Bueno, este es un cuento en el que estoy trabajando, aunque lo cierto es que lo agarro cada tanto, lo modifico, agrego cosas, quito otras... en fin, un proyecto. Eh aqui la primera parte, espero sea de su agrado.


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El Encuentro

Ahí estaba él, sentado en una mesa perdida en las cercanías de las mesas de pool, a la distancia ideal de la barra, en la que el viejo Gaspar estaba siempre limpiando una copa, quizás un pasatiempo, quizás una obsesión.
Él, Nicolás, con su expresión taciturna, su cabello ralo y largo expresando su libertad y falta de camino; sus ojos perdidos en el tiempo, repletos de melancolía y resignación.
En fin, Nicolás estaba revolviendo su whisky, como quien intenta disolver un mal recuerdo.

Piensa para si:
-    Ah Segismundo, cuanta razón hay en tu soliloquio… “La vida es sueño y los sueños, sueños son.”. ¿Llegará pronto el tiempo de despertar?

Ni bien termina, toma su vaso y haciendo un ademán con la copa como quien brinda con el viento dice: “A tu salud Segismundo.”. Y toma hasta la última gota del whisky.

De fondo se oye una canción.

-    Darn that dream de Thelonious Monk, que oportuno.

Nicolás sabe que conforme pasa el tiempo, va terminando su tiempo.  Sin mencionar que va siendo la hora de marcharse ya que mucha gente esta empezando a presentarse en el bar.

Guarda su libro en el bolsillo de su sobretodo, cuando de repente y sin razón alguna, una muchacha de cabellos negros y ojos pardos se sentó frente a él mirándolo directamente a los ojos.

Y ella callo al silencio con un:
-    Hola.
-    Hola, ¿En que puedo ayudarte?
-    (lo mira extrañada) ¿Siempre sos tan formal para hablar?
-    No sabia que hablar de cierta forma pudiese ser tomado a mal.
-    No, nada que ver, no lo ‘tomo a mal’, pero es raro encontrar personas que hablen así.
-    Si, es cierto, pero en fin, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte?
-    Mmmm. (lo mira pensativa) ¿te molestaría mucho conversar conmigo?
-    No, pero ¿de que podríamos hablar?
-    No se, cualquier cosa.
-    ¿Qué es ‘cualquier cosa’?
-    Hablemos de lo que sea, es lo mismo.
-    Si, pero sin saber sobre que hablar y pudiendo hablar de cualquier cosa, nunca sé que decir.
-    Que complicado que sos. (dice, tras lo cual se muerde el labio inferior, sonriendo un poco, mientras mueve la cabeza de lado a lado). Bueno, entonces voy a decir yo de que vamos a hablar. ¿te parece bien?
-    Me parece perfecto.
-    Entonces, para seguir esa onda ‘filosófica’ que pareces tener, hablemos de algo filosófico (y se ríe por lo bajo). ¿Qué es el amor para vos?
-    ¿No te parece un poco extraña esa pregunta?
-    ¡Dale responde! No seas así.
-    Bueno, esta bien. El amor (y se le cerraba la garganta al decir esa palabra), es un hito que se da a menudo entre aquellos que no lo buscan y nunca le sucede a aquellos que darían todo por solo sentir su brisa. Es la última estafa del universo, el dar la vida por otra persona que puede que no sea más que un espejismo o una trampa, o porque no, ambas. Es perderse en la mirada de otra persona esperando que lo dejen entrar a ese universo de posibilidades, es compartir una sonrisa cómplice, un momento en silencio, una mirada sincera, un beso apasionado, es esa lujuria desbordada de afecto. Todo eso y más, supongo, es el amor.
-    ¿Supones?
-    Si, y para vos ¿qué es el amor?
-    ¿Para mí? El amor es vivir, vivir para mí, buscar lo que me hace bien, buscar ese alguien que me ‘complemente’, jajajajaja... (no puede contener más la risa). Perdona, pero no puedo mantener ese aire de seriedad que tenes por tanto tiempo, disfruto mucho reírme como para privarme de hacerlo.
-    (una sonrisa sutil, casi imperceptible) Entiendo.
-    Así que sos capaz de sonreír. Pero para que no te quedes sin respuesta, el amor, para mi es intentar hacer un mundo de una posibilidad.
-    Es una buena respuesta.
-    Gracias.
-    Ahora señorita discúlpeme pero me estaba yendo.
-    ¿A dónde vas?
-    A caminar, hace una hermosa noche como para desperdiciarla en un bar.
-    Es cierto, ¿Puedo acompañarte? ¿Claro si es que no te molesta?
-    Mmm… si, podes acompañarme, y no sos una molestia en absoluto. Pero antes de salir, me gustaría saber tu nombre, por cierto yo soy Nicolás. (él le extiende la mano)
-    Mucho gusto Nicolás  (ella le corresponde el saludo, pero parodiando la seriedad tomando una actitud un poco robótica para moverse), mi nombre es Esperanza.
-    (el no puede evitar sonreír sorprendido) Esperanza, creí que te había perdido.
-    ¿Cómo?
-    Que es un muy bonito nombre.
-    Ah, gracias, ¿vamos?
-    Si, por favor, las damas primero.
-    Gracias caballero.

 Y así salieron del bar, a ese mundo lleno de posibilidades…

Comentarios

Sergio dijo…
Muy bueno Nico...segui asi!!!!!
Nicolás Padin dijo…
Muchas Gracias Search!!!!
Vos tambien segui con tu proyecto que esta muy bueno.

Exitos y hasta luego.
Anónimo dijo…
tiene muy buena pinta, seguilo
Anónimo dijo…
"En el tiempo real, en la historia, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas opta por una y pierde las otras; no así en el ambiguo tiempo del arte, que se parece al de la esperanza y del olvido." JLBorges Mujyaki_
joel dijo…
Nico, muy bueno! Avisa cuando publiques mas!!!
Nicolás Padin dijo…
Muchas Gracias a todos...me alegro que guste.

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