En el divan de mi día.

- ¿Sabes una cosa? - me decía - mucha gente le teme a la muerte y otros tantos dicen que esta tan confiada que nos da una vida de ventaja, pero lo cierto, por lo menos a mi entender, es que desde antes de nacer ya comenzamos a morir, venimos al mundo con el fin de morir, no recuerdo donde lo leí, pero dicen que es imposible pasar la vida sin llorar o sonreír al menos una vez... con lo cual hasta cierto punto, pero nunca dijeron que es imposible pasar la vida sin ser amado siquiera una vez.


- ¿Ese es su miedo?


- ¿Mi miedo? no, ya no le temo a eso, siempre que luche con esta "maldición", los resultados no cambiaron, la soledad es mi única compañía y a veces ni siquiera eso. Sepa usted doctor, que no creo ser un mal tipo, pero siempre que quiero ser mejor y lograr un afecto, es el mundo quien me abofetea de lleno, negándome las posibilidades de que mi sueño se haga realidad.


- ¿Cuál es su sueño?


- De esta vida quiero solo una cosa, anhelo,... no puedo decirlo, estoy cansado de nombrar esa palabra aunque ya la guarde en mi cofre.


- Entiendo a que se refiere, pero ¿que es eso de "su cofre"?


- Yo poseo un pequeño cofre de madera en el que atesoro mis momentos en el tiempo, hay cintas, piezas de rompecabezas, películas fotográficas, y hace poco guarde ahí mi corazón, estaba muy maltrecho el pobre, lo saque de mi, ya me dolía (...siempre me dolió...), no recibió mas que golpes; yo fui construyendo una muralla a su alrededor, para soportar los azotes de la vida.


- ¿Y que sucedió?


- La muralla caía fácilmente al principio, pero conforme las lagrimas caían y se secaban haciendo estalactitas en mi, estas junto con las heridas de mi alma que cicatrizadas cada vez eran mas resistentes, aprendieron (aprendí) a ser mas resistentes, pero yo no estaba preparado para lo que ocurriría.


- ¿Que fue lo que ocurrió?


- Las murallas nunca son perfectas, o mejor dicho, siempre hay un modo de franquear el obstáculo, ¿entiende?, mis murallas estaban preparadas para ataques de ejércitos, para verdaderas invasiones, pero no, nunca pensé, no paso jamás por mi mente que una princesa, una sola persona, se acercaría a mi muralla, y con desplazar su mano por ella, estas cayeron.


- ¿Su muralla cayo tan solo con una caricia?


- Era para lo único que no estaba preparado, nunca creí que la esperanza tuviese esa fuerza.
- ¿Y entonces?


- Intente robarle sonrisas a la princesa, la invite en su momento, y también le regale un fragmento de poesía que ella inspiro.


- ¿Lo acepto?


- Se destaca en sutileza al despedir sucesos, derivo respuesta de a mi invitación de manera que acepte la negativa, por otro lado acepto la poesía, pero a la siguiente vez que la vi., me la regreso.


- ¿Por que?


- Porque ella tiene su amor, y le pareció una falta de respeto aceptarlo, y me parece correcto lo que dijo, también dijo que no le gustaría que su amor tuviese algún texto de índole similar, por eso me lo retorno.


- ¿Entonces?


- Entonces, bueno en ese entonces aun tenía mi corazón, amor, maltrecho conmigo, recibió un golpe más el último, ahora como ya le comente esta en mi cofre. La princesa me fundamento muy bien sus razones y a mi pesar las acepto, y que respete a la persona con quien esta, me hacer tenerle una simpatía mayor, y respeto mayor...


- ¿Y ahora que sucederá?


- Realmente no lo se, vuelvo a mi soledad, de la cual realmente nunca escape, solo fue una esperanza tan fuerte que me hizo olvidar por un tiempo mi condición... realmente estoy triste de mis continuos fracasos.


- No se ponga así, ya verá, cuando menos la espere llegará.


- Es que eso ocurrió, ya no buscaba nada y ella apareció, y quizás por como procedí, nada ocurrió, cose que hacer, me gustaría poder alcanzar la luna y descansar allí, o encontrar a alguien que me de algunas explicaciones de mi condición, lo cierto es que me siento mal al pensar que no puedo lograr se querido, eso realmente me mata (corre una lagrima que rápidamente se esfuma)... realmente me mata.


- Es cierto, me mata.

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