Palabras de amor y miedo (gratitud)

Es insólito como, cuando note que me interesabas una parte de mi se quedo contigo, ahora aunque sigamos siendo solo compañeros de un curso, solo me siento completo al estar cerca de tu sonrisa, al perderme en tus ojos pardos, tu piel trigueña, tu cabello almendrado, al escuchar tu dulce voz al articular sonido, eres hermosa.

Esa poesía, esa paz que se dibuja a tu alrededor, es esa melodía, la melodía que esperaba escuchar, hasta perderme en la añoranza de esa alegría, ese deseo; de sentir ese terror, ese terror que empuja, que me lleva a avanzar cada vez un paso mas para caer en las proposiciones, en al fin alcanzar la combinación de palabras que me permitan decirte “Señorita, ¿estaría mal si la invito a tomar algo?”; que cobarde, avanzo a paso de ajedrecista, moviendo cada pieza con el cuidado de un arquitecto al planear una maravilla, con la ansiedad de ver el resultado, con el deseo de probar un “te quiero” de tus labios, y se que hago mal en ahogarme en la ilusión, en la posibilidad, pero es todo lo que tengo, tu sonrisa, tu imagen, y esas miradas furtivas que tal vez no dicen nada, pero que a mi me parece dicen mucho, cada vez un paso mas cerca, ya llegare a tener el coraje necesario para decirte lo que pienso, ¿será que lo pienso?, tengo hacer lo necesario, destruir todos mis limites solo para alcanzar tal vez un amanecer, o disfrutar el intento en la caída, es el todo o la nada, estoy agotando mis fuerzas en esta posibilidad, pero siento que lo vale, realmente espero que lo valga, sé que si.

Es un vacío asesino el que siento cuando no estas cerca, no te das una idea de lo terrible que es esta sensación, distrae mi entendimiento, y hace que anhele que todos los días sean sábado, solo para verte, para saludarte y por dentro estar pensando “gracias por darle sentido a esta semana, gracias por ser real, gracias por esa sonrisa”.

Soy conciente de que todo puede ser producto de mi locura, pero ¿y sino lo es? ¿Y si es posible?, ¿y si los sueños pueden ser realidad?

Este viejo caballero estaba perdiéndose en el viento, pero apareciste y sonreíste, y una fuerza nació en mi pecho, es como un latir, debe ser como se siente la vida, ya no la recordaba, ahora lucho contra dragones, gigantes y molinos de viento, contra todo, no hay limites que no pueda enfrentar ya, esta es una batalla por un corazón, por una vida; es la gran guerra que todo ser espera y festeja aterrado, es el cenit de una obra, donde solo queda alcanzar el final, y todo depende de cómo las notas de muevan, jueguen y se transformen, todos esos sentimientos que se desviven por ti, ese caos, esa revolución que generaste en mi, eres la culpable y te estoy eternamente agradecido, sin importar como termine, te digo gracias, por brindarme esta lucha, aunque puede que termine siendo por un fuego fatuo, no me importa, me brindaste la posibilidad que siempre pedí tener, y puedo decir que a pesar del miedo, del terror, a pesar de todo, sonrío con paz, casi puedo hasta recordar como es sentir, aun es como un dolor, pero poco a poco me voy acostumbrando.

Es algo único y sublime, es el asenso a los cielos, es el viaje final (o quizás solo un comienzo), el llegar al cielo y besar tus labios, cual premio puede ser mayor que ese, le daría un nuevo sentido a mi alma, arreglarías mi espíritu quebrantado por el tiempo y por mi, ya nada seria en vano, y en las noches ya no habría silencios en el pentagrama solo alegres Re mayores; melodías desencadenadas por una sola razón, la celebración del resurgir, es celebrarte a ti.

Estar lejos de ti, es graciosamente doloroso, debo de ser muy estupido, al brindarte tanto por solo una sonrisa, pero soy así, y lo acepto con todo lo bueno y lo malo; y sé que lograre algo, sé que si, no se si será bueno o malo, pero será un final, será la ultima nota de esta sinfonía.

¿Después? No se que sucederá después y me tiene sin cuidado, en simples palabras diré que puede ser que brille el sol o que deba de seguir conversando con Selene por las noches, viendo como danzan las estrellas a su alrededor.

No puedo borrarte de mi mente (y ya no intento hacerlo), como diría Fito Paez, “yo no buscaba a nadie, y te vi.”, y estoy feliz de haberlo hecho, pero ¿Qué sentirás vos? ¿Lo mismo? Solo el tiempo me brindara la respuesta, ya me imagino la situación, se reducirá a pocas palabras, quizás en una frase, pero el mensaje solo podrá tener 2 intenciones: pueden ser las palabras que espero para sonreírle al mundo, o ser el epitafio de lo que quedaba de mi; en cualquier caso estaré agradecido, eres la princesa que me brinda la oportunidad, yo soy el artesano que debe moldearla, soy quien debe modelarla para hacer de ella una obra de arte, es mi deber lograrlo o morir en el intento.

Espero verte el Sábado, si los dioses me permiten verte antes tanto mejor, tanto mejor.